¿Qué es el contrato de arras?
El contrato de arras es un documento que representa un acuerdo privado entre comprador y vendedor. Ambas partes otorgan su compromiso para efectuar la compraventa de un inmueble.
Es un documento importante que contiene la información que quedará reflejada en la escritura pública, quedando establecidas todas la condiciones por la que se comprometen a vender/comprar, tanto como las penalizaciones en caso de incumplimiento.
El comprador se reserva el derecho sobre la compra del bien a cambio de una cantidad de dinero (10 % del precio de venta). El dinero aportado cuenta como anticipo y se descuenta de la cantidad final a pagar. Quedando el vendedor obligado a vender en las condiciones pactadas. Siendo un compromiso por ambas partes, de que la operación se va llevar a cabo.
Cuando el comprador y/o vendedor está casado bajo el régimen de gananciales basta con la firma de uno de los cónyuges. Sin embargo, si se trata de un matrimonio en régimen de separación de bienes o una pareja no casada, deben firmar ambos, salvo que el inmueble sea comprado a título particular por uno de ellos.
Arras penitenciales
Este tipo de arras permite tanto a comprador como a vendedor desvincularse del contrato. Si el contrato se rescinde por la parte compradora, esta perderá la cantidad aportada. En cambio, si es por la parte vendedora, tendrá que devolver el doble de la cantidad entregada.
Arras confirmatorias
Estas arras confirman el compromiso por ambas partes por la compraventa. El dinero entregado representa un anticipo del precio total pactado, como garantía del cumplimiento. Ninguna de las partes se puede desvincular del contrato. En caso de incumplimiento se aplicarán las reglas generales de incumplimiento de obligaciones (artículo 1124 del Código Civil)
Arras penales
En estas arras se garantiza el cumplimiento del contrato de compraventa. A diferencia de las anteriores, no son un anticipo del precio ni otorgan el desistimiento del contrato principal. Se igualan a las obligaciones con cláusula penal. Si el comprador incumple el contrato pierde las arras y el vendedor puede recibir una indemnización por daños y prejuicios. En el caso del vendedor es la misma situación pero este tiene que pagar el doble de lo que recibe.