Puede que pienses que comprar o vender una propiedad es un proceso fácil, que se puede hacer en un abrir y cerrar de ojos, sin necesidad de tener ayuda. ¿Realmente es así?
Trabajar con una agencia inmobiliaria es más que solo `hacer visitas´ ya que, tiene un proceso a seguir y cada paso que damos es importante.
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Te damos las 4 razones para contratar una agencia inmobiliaria
EXPERIENCIA
Es importante tener en cuenta que la persona que te va a ayudar en este proceso, es un experto que cuenta con habilidades y conocimientos en el sector. También, que conoce la zona en la que se va a realizar la operación por lo que, sabrá como destacar los puntos fuertes para llevarla cabo de forma exitosa.
TIEMPO
Trabajar con un asesor inmobiliario le ahorra tiempo y dolores de cabeza. Al principio todo parece simple, publicar unas cuantas fotos y esperar que llame la persona que va a comprar la vivienda. ¡No es tan fácil!
En realidad todas estas tareas acaban consumiendo mucho tiempo (y paciencia), y la mayoría de las veces como vendedores no tenemos tiempo para poder hacerlas todas.
Por lo tanto, la inmobiliaria se encarga de publicar la vivienda en distintos portales de venta, haciendo fotos y videos profesionales, para que no te tengas que preocupar. También se llevan a cabo las citas de visita con las personas interesadas, evaluando previamente al comprador para poder filtrar entre los candidatos.
ASISTENCIA LEGAL
Para poder realizar cualquier gestión hay que tener en cuenta las cuestiones fiscales, legales y financieras. Trabajar con un experto inmobiliario te da la seguridad y tranquilidad a la hora de hacer cualquier tramite ya que, ellos se encargan de decirte paso a paso lo que hay que hacer. Se conocen el orden de los documentos así, a la hora de formalizar una firma en notaría todo estará vigente y listo para que sea un proceso rápido y sencillo.
BUENA INVERSIÓN
Dada la experiencia, un agente inmobiliario sabe como llevar una buena negociación, hará lo posible para que obtengas un buen resultado de forma objetiva, en el menor tiempo posible. Cuando el importe de inversión es bajo, el beneficio obtenido es grande y en un tiempo corto para poder obtenerlo, es que estamos haciendo una buena inversión.